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Barbi es un artista autodidacta con una larga trayectoria. Su trabajo se nos muestra enraizado con una vida en la que la magia del viaje y la capacidad de asombro no parecen disiparse, una suma de acontecimientos que se suceden y entrelazan como las piezas de un “puzzle interminable y blanco”, en palabras del propio artista.

Dice sentirse interpelado por aspectos de su realidad más íntima, como el paso del tiempo, el azar,  juegos lingüísticos y por preocupaciones extra-artísticas que se sedimentan de forma precisa y rigurosa en diferentes formatos: fotografías, dibujos, esculturas, instalaciones diseñadas para sitios específicos y videos.

En las obras que presentamos aquí, el artista utiliza el objeto encontrado como punto de partida. Las figuras antropomorfas de hierro están formadas por piezas ensambladas de origen rural realizadas por antiguos herreros en la forja; un material ya en extinción. Las fotografías son simetrías de espuma de mar, un fenómeno natural que se produce en los temporales de invierno,  y los ojos, que asemejan máscaras tribales, son simetrías de charcas en las rocas de la costa atlántica donde vive. 

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Con un sólido reconocimiento nacional e internacionaL, cabe destacar las exposiciones institucionales del artista en: el MUSAC (León); Real Academia de España (Roma); CGAC (Santiago de Compostela); Fundaçao Calouste Gulbenkian (Lisboa); Museo Patio Herreriano (Valladolid) y MARCO (Vigo), entre otros. En 1996, Barbi fue premiado con la prestigiosa beca de la fundación Pollock-Krasner.